Arquitectura
Del plano al futuro: cómo la tecnología y la IA transforman la arquitectura

La arquitectura está viviendo una transformación silenciosa pero profunda. Nuevas herramientas digitales, la inteligencia artificial y metodologías colaborativas están cambiando no solo lo que construimos, sino cómo lo imaginamos, proyectamos y materializamos.
En este nuevo escenario, la creatividad sigue siendo el corazón, pero ahora late acompañada por datos precisos, visualizaciones hiperrealistas y procesos más eficientes que mejoran la experiencia de quienes confían en nosotros.
Hace un tiempo inicié un camino de actualización que no es solo técnico, sino también cultural. Aposté por la formación del equipo en dos frentes que están redefiniendo la manera de diseñar, construir y comunicar lo que hacemos.
Metodología BIM: un cambio profundo
Por un lado, incorporamos la metodología BIM y el uso profesional de Revit en el equipo de arquitectura. Este paso implicó repensar de raíz nuestros procesos internos. Después de años trabajando con métodos tradicionales, sabía que adoptar BIM significaba un cambio profundo: pensar cada proyecto de forma más precisa y eficiente, mejorar la coordinación entre todos los actores involucrados y lograr una gestión integral de la información.
Con BIM, cada línea dibujada lleva información asociada. Cada material elegido se convierte en datos concretos que impactan en el presupuesto, los plazos y las instalaciones. Así, cuando un cliente consulta sobre el costo de cambiar una terminación o modificar la distribución de un ambiente, la capacidad de respuesta es inmediata y certera.
En paralelo, exploramos nuevas herramientas visuales de retoque digital e inteligencia artificial, capaces de generar imágenes hiperrealistas que transmiten con fidelidad la idea original de cada proyecto. El objetivo es claro: que los clientes puedan ver y sentir sus futuros hogares antes de que existan.
Si bien seguimos profesionalizando la creación de modelos 3D y renders por su alta precisión, estos procesos a veces demandan más tiempo del disponible. Ahí es donde la IA permite explorar rápidamente distintas opciones estéticas, sin sacrificar calidad ni intención.
Para mí, la tecnología no reemplaza la creatividad: la amplifica. La IA es una herramienta que potencia las ideas; seguimos siendo nosotros quienes decidimos qué mostrar, cómo y por qué.
Ninguna herramienta funciona sin las personas adecuadas para utilizarla. Por eso invertimos de forma constante en la capacitación del equipo. Esta apuesta se traduce en proyectos más sólidos y en una respuesta más ágil y variada frente a los desafíos del camino.
La arquitectura vive hoy una transformación acelerada. Las herramientas que usamos serán obsoletas en pocos años, y las que vendrán aún están por conocerse. Mantenerse al día no es una opción, sino una responsabilidad: con los proyectos, con los clientes y con nosotros mismos.
En definitiva, todo este desarrollo tecnológico tiene un único objetivo: mejorar la experiencia de quienes confían en nosotros. Sabemos que comprar una vivienda es una de las decisiones más importantes de la vida, y queremos que esa decisión se tome con la mayor claridad, información y confianza posible.
El autor es arquitecto, director y fundador de Grupo 8.66