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La construcción, clave para los próximos cinco años

11/09/2015 - El fin de un ciclo de 12 años de gobierno empieza a caminar por sus últimos meses, y la construcción, uno de los rubros con mayor movimiento productivo empieza a mostrar signos para acompañar este efecto
ARGENTINA.- Cada coyuntura turbulenta, una vez que empieza a serenarse, empieza a mostrar signos de recuperación. En cada momento de desacople salen a escena las situaciones que dificultan el tránsito pero que a la vez ofrecen varias oportunidades. Tras un 2014 que fue poco alegre para los sectores productivos, la proximidad del fin de ciclo empieza a reflejar cambios a favor tanto en la construcción como en lo inmobiliario.

Esto se demuestra en los últimos relevamientos de los colegios de escribanos bonaerense y porteño que indican cifras en alza y muchas empresas constructoras que empiezan a ocupar más gente luego de dos años de retracción. Las correcciones en lo económico y el cierre de un ciclo de 12 años permiten a los inversores confiar en otra apuesta para los próximos cinco años. En especial, porque sostienen que la infraestructura y los servicios serán dos motores de nuestro futuro, y allí, sobre todo, la construcción, tendrá un papel preponderante en el plano económico y productivo.

Sobre el momento y lo que vendrá, Mario Gómez, director de Le Bleu Negocios Inmobiliarios, precisó que “la demanda sigue firme ya que cuando la gente piensa en proteger su dinero piensa en el activo alternativo. Y si no se puede ir al dólar, entonces va a los bienes que, a largo plazo, se mueven junto con él. El ladrillo es uno de ellos. Muchos de los que hoy siguen ingresando en emprendimientos al costo, es porque tienen pesos y desean aplicarlos en una inversión distinta de plazos fijos u otros instrumentos en moneda local. Se estima que unos $ 320.000 millones de pesos se encuentran en Depósitos a Plazo Fijo (más de 20.000 millones de dólares), gran parte de ese flujo de dinero se está canalizando hoy al mercado inmobiliario.  Por otro lado, hoy es relativamente más barato construir en dólares y muchos desarrolladores están encarando proyectos con fondos propios, con el objeto de tener oferta en 2016/2017, cuando el mercado cambie.”

En sintonía, con este apreciación, Mario Goldman, coordinador del Área de Desarrollo Inmobiliario del Consejo Profesional de Arquitectura y Urbanismo (CPAU), manifestó, “cuando pensábamos que este año iba a ser complicado como 2014, notamos a esta altura que hubo mayor cantidad de encomiendas (traducido, creció la expectativa con la cantidad de permisos para construir). La gran novedad se observó en el último mes de junio. Un fuerte salto positivo con un total de 333 encomiendas frente a las 190 encomiendas del mes previo.  Hay que remontar siete años atrás, observando los meses de junio  para registrar un volumen mayor al de junio del presente año. Este aumento en el total de encomiendas todavía  no se registra para encomiendas de obras de más de 2500 metros cuadrados, cuestión que probablemente se registre en los próximos meses.”
 
Esta recuperación en el volumen de registros de tareas profesionales  es consistente con los diferentes  índices que indican una importante reactivación de la demanda y venta de propiedades, con una leve suba de precios.

“El próximo año promete marcar el comienzo de una fuerte y prolongada reactivación del mercado inmobiliario. El registro de encomiendas de tareas profesionales que realiza el CPAU es un indicador temprano de este cambio de tendencia”, amplió Goldman.

Por su parte, Guido Waistein, de la desarrolladora y constructora KWZ, “Me parece que hubo un quiebre muy marcado este año. Una cosa es la venta que hacen las inmobiliarias y otra, lo que hacemos los desarrolladores, con miras a tres o cuatro años. Pensamos justamente en eso: el desarrollo. Esto nos lleva a pactar proyectos y trazar inversiones con otra previsibilidad, pero notamos que la gente empieza a sacar su dinero del colchón y en gran medida los vuelca al ladrillo. Creo que antes de fin de año habrá más operaciones y desde 2016 habrá mejores oportunidades para generar más proyectos con tal de captar a una demanda más exigente”.

El empresario vinculado al sector de la construcción e inmobiliario, trazó un paralelo y una comparación de cuál puede ser el comportamiento del inversor luego de fin de año: “En 2003 el inversor tenía algún tipo de vínculo: familiar, amigo o amigo de amigo. Hoy, se sumaron también personas que nos conocen y nos contactan para invertir. También sucede que en los últimos dos o tres años captamos varios inversores corporativos. Ante la imposibilidad de que las empresas puedan girar sus dividendos al exterior, muchas empresas empezaron a invertir en el Real Estate. Se supone que cuando el ciclo cambie saldrán a vender y allí habrá claras oportunidades para todos los segmentos que integran esta cadena productiva”, destaca el InformeConstruya.
 
En tanto que Gustavo Llambías, de la Asociación de Empresarios de la Vivienda (AEV), destacó que “el desarrollador traza sus planes pensando en más de un plazo de gobierno, porque lo más probable, es que se inicie con un período y termine la obra, en otro período presidencial. Por lo cual, hay que agudizar muy bien todo y minimizar todo tipo de riesgos con números y cifras claras para inversión como para la venta. Afortunadamente, el ladrillo siempre es un refugio seguro, y esto permite que la gente tengan confianza en destinar su dinero a la compra de propiedades, locales o tierra, que son activos que a su vez, potencian el valor con el paso del tiempo”.

El empresario, también trazó un panorama de los emprendimientos que tendrán más futuro en lo inmediato: “Me parece que tendrán éxito los proyectos que tengan una demanda muy específica y con capacidad de pago sin crédito importante. Salvo escasas excepciones, seguiremos privilegiando el aporte de la tierra a los proyectos frente a la compra, por la imposibilidad de fijar precio y para cuidar la liquidez de los desarrollos frente a condiciones futuras inciertas. El fondeo y la comercialización seguirán fijándose en pesos, más allá que se busque a los sectores con dólares atesorados dispuestos a cambiarlos”. “Seguiremos priorizando los proyectos con clara capacidad de diferenciación y que resulten fácil de elegir por los inversores reacios a cambiar sus dólares por cualquier cosa y con tamaños intermedios”, amplió Llambías.
 
Procesos

Mientras que Federico Weil, de la desarrolladora TGLT, asociando al plano macroeconómico, destacó que, “por ser un sector vinculado con los dólares y la vez, en pesos, sobre todo, en la construcción y sus procesos, creo que es sano que un mercado que tiene costos en pesos tenga ingresos en pesos, esto en Real Estate como en cualquier industria. Es lo que permite que el mercado hoy funcione, y cuando se normalice sería bueno que perdure. La pesificación le da a los desarrolladores una mejor posibilidad de planificar ya que no tienen que adivinar el valor de la moneda a la hora de proyectar un desarrollo. Es un tema cultural. Creo que van a pasar muchas décadas hasta que la gente deje de pensar en los inmuebles valuados en dólares".

De hecho, sostuvo que para el futuro inmediato, hay varios mercados o inversores de capital, interesados en depositar su dinero en nuestro país. Al respecto, Weil, precisó que “ya empezaron a llegar capitales extranjeros a este sector y eso se va a seguir incrementando. Con respecto a los desarrolladores pienso que no van a desembarcar nuevos actores, pero sí van a volver aquellos que estuvieron en algún momento en el país.”

Otro dato positivo es que la construcción creció 12,7% en julio frente al mismo mes de 2014 y así se consolidó la recuperación de la actividad que en los siete primeros meses del año registró un alza interanual de 8,5%, según el relevamiento del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).

La suba de julio fue la más importante del año, pero sólo acentuó la reactivación que experimenta la actividad y que se verificó con subas interanuales todos los meses. De acuerdo con el organismo oficial, durante julio el Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) marcó récords históricos para dicho mes en las series con estacionalidad y desestacionalizada. 'En el análisis por bloques se observó el récord histórico del indicador para julio en obras de infraestructura, obras viales, viviendas y otros edificios', remarcó el instituto.

En particular, en julio la construcción de viviendas aumentó 18%, la de otros edificios un 13,2%, la de obras de infraestructura un 11,4% y las obras viales un 9,1%. Sólo las construcciones petroleras bajaron, un 16,5%.

No obstante, el Indec reveló que la superficie a construir registrada por los permisos de edificación para obras privadas bajó 10,2% en julio con relación a igual mes del año anterior y acumuló en los primeros siete meses del año una caída de 12,4% con respecto al mismo período del año anterior.

Al respecto, Julio López Blanc, de la empresa constructora Los Andes, dijo que “se advierte un clima mejor en el sector y las iniciativas de la gente siguen activas. Seguramente todo se prepara para 2016, de hecho hemos recibido varias consultas para construir en distintos puntos del conurbano, sobre todo en las zonas norte y oeste. Lo que habrá que resolver es que la gente pueda acceder a la compra de las unidades que se edifican y que las distintas cadenas que intervienen en el segmento sigan en expansión”.

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