viernes 26 de diciembre de 2025

Mercado inmobiliario

Sin euforia, pero con señales un poco más claras: El mercado inmobiliario optimista de cara al 2026

Sin euforia, pero con un cambio de ánimo visible, desarrolladores y operadores comienzan a proyectar 2026 con más previsibilidad. El segmento premium, el regreso de los créditos y la suba del valor de la tierra marcan el pulso de una nueva etapa.

Después de meses marcados idas y vueltas en la industria de la construcción por ciertas variables económicas, el mercado inmobiliario comenzó a mostrar señales que se asemejan a un escenario de mayor estabilidad. Así lo describió el arquitecto Oscar Puebla, titular de la inmobiliaria que lleva su nombre, quien aclaró que no se trata de una recuperación eufórica, sino de indicios concretos a los que “conviene prestar atención”.

“No es euforia, pero el clima cambió”, resumió el desarrollador, al analizar el humor del sector como uno de los principales termómetros para anticipar cómo podría arrancar 2026. Ya se sabe que con ciertas decisiones el gobierno de Javier Milei está dando señales que hacen sonreir al sector, pero aún hace falta un impulso importante para que la euforia sea completa. Asi lo expresaban desde la Cámara Argentina de la Construcción.

El humor del desarrollador y el efecto créditos

Puebla destacó que, en un encuentro profesional que reunió a los principales players del mercado local, la palabra que más se repitió fue “tranquilidad”.

A ese cambio de ánimo se suma la expectativa generada por el regreso de los créditos. Si bien aclaró que todavía no están activos todos los préstamos destinados a la construcción, señaló que el primer impulso fue suficiente para “reordenar el tablero” y empezar a recomponer proyecciones.

El segmento premium marca el ritmo

Uno de los puntos que más llamó la atención del desarrollador es el comportamiento del segmento premium, que incluso sorprendió a operadores con décadas de experiencia en el sector.

Como ejemplo, mencionó el inicio de nuevas obras en Puerto Madero con valores que alcanzan los 10.000 dólares por metro cuadrado, aun en un contexto macroeconómico que continúa ajustándose. “Eso es una señal fuerte”, remarcó.

También aludió a la reciente adjudicación de un terreno en Bajo Belgrano por 51 millones de dólares, adquirido por un empresario reconocido. Una cifra que calificó como “significativa para el momento que atraviesa el país”.

Una brecha que define el momento del mercado

Mientras el ultra-premium avanza, Puebla advirtió que los desarrollos tradicionales todavía encuentran dificultades para colocar unidades en el rango de entre 3.500 y 4.000 dólares el metro cuadrado.

Según explicó, esa diferencia entre ambos segmentos refleja con claridad el escenario actual: “Hay jugadores que están leyendo una Argentina más estable y más cara en el mediano plazo, y ya están posicionando capital”.

Tierra más cara y valores convalidados

De cara a los próximos meses, el titular de Puebla Inmobiliaria anticipó una continuidad del clima actual, pero con mayor convicción. Señaló que los desarrolladores están convalidando valores de tierra que hace poco tiempo parecían imposibles y que, además, logran trasladarlos a sus proyecciones comerciales sin mayores resistencias.

En el segmento alto, afirmó, ya se percibe una revalorización sostenida que comienza a marcar tendencia y a redefinir expectativas.

Créditos hipotecarios y demanda contenida

Desde el lado de la oferta, Puebla observó un entusiasmo incipiente que no se registraba en los últimos meses. Y remarcó que, si el proceso se sostiene y la inflación continúa desacelerándose, podría abrirse un escenario largamente esperado por el sector.

“La reaparición de créditos hipotecarios en condiciones razonables va a mover todo. Va a ampliar el universo de compradores con capacidad real de cierre y reactivar la demanda contenida”, analizó. Incluso un movimiento moderado, sostuvo, podría convertirse en el motor del próximo ciclo expansivo.

El interés de compradores extranjeros

Otro factor que, a su juicio, no debería subestimarse es la creciente presencia de compradores extranjeros. Según detalló, comparan precios regionales y encuentran en Argentina valores competitivos y productos de buena calidad. “Es un flujo firme que podría profundizarse con mayor estabilidad”, indicó.

Un cierre de año con señales positivas

Con este panorama, Puebla sintetizó el cierre del año destacando que “el premium avanza, el desarrollador está más confiado, la tierra sube y la demanda empieza a moverse”. Y concluyó: “No es poco para un mercado que hace no tanto estaba en terapia intensiva”.

“Después de mucho tiempo, el sector volvió a apostar a futuro. Esa decisión marca el inicio de una nueva etapa”, afirmó.

2026, un año bisagra para el crédito

En la misma línea, Darío Rizzo, de Alternativa Propiedades, sostuvo que 2026 podría marcar el inicio de una nueva etapa para los créditos hipotecarios, comparable a lo ocurrido en 2015, cuando estas herramientas dinamizaron con fuerza el mercado inmobiliario.

“Veo a 2026 como un año bisagra, en el que el crédito vuelve a ocupar un rol protagónico”, señaló. Según explicó, el escenario de mayor estabilidad que comenzaría a consolidarse tras las elecciones, sumado al efecto del swap cambiario para sostener el tipo de cambio, permitiría atravesar los próximos meses sin sobresaltos relevantes.

En ese contexto, estimó que hacia marzo podrían reactivarse los créditos hipotecarios. “Los bancos van a tener la espalda necesaria para lanzarlos y, sobre todo, la confianza de que no habrá un rebrote inflacionario significativo”, afirmó.

Rizzo agregó que 2026 podría convertirse en un año récord en términos de desaceleración inflacionaria, con registros claramente por debajo del 20% anual, en torno al 16 o 18%.