lunes 20 de octubre de 2025

Obras y proyectos

Embalses y cubiertas flotantes: Qué son y por qué impulsan la sostenibilidad

Los embalses agrícolas son estructuras diseñadas para almacenar agua de lluvia, de cursos superficiales o de pozos, con el fin de asegurar el suministro durante todo el ciclo productivo.

En un contexto de cambio climático, sequías prolongadas y mayor competencia por los recursos hídricos, la eficiencia en el regadío agrícola se ha convertido en una prioridad estratégica. En muchas regiones del mundo, los sistemas tradicionales de riego por canalización o almacenamiento abierto presentan importantes pérdidas por evaporación, infiltraciones y falta de control en la distribución.

Ante esta realidad, las soluciones basadas en infraestructuras hidráulicas modernas, como la incorporación de cubiertas flotantes, se consolidan como una herreamienta clave para mejorar la gestión del agua y garantizar la sostenibilidad del sistema productivo.

Construcción de embalses: Las ventajas más importantes y los materiales utilizados

Los embalses agrícolas son estructuras diseñadas para almacenar agua de lluvia, de cursos superficiales o de pozos, con el fin de asegurar el suministro durante todo el ciclo productivo. Más allá de su función de reserva, la construcción de embalses permiten regular los caudales, reducir el impacto de las crecidas y mejorar la autonomía hídrica de los productores.

Entre sus ventajas técnicas, se destacan:

-Regulación del caudal y almacenamiento seguro: permiten acumular agua en épocas de abundancia y liberarla en períodos secos, garantizando una disponibilidad constante.

-Reducción de pérdidas por infiltración: gracias al uso de geosintéticos y membranas impermeables de polietileno de alta densidad (HDPE), se minimizan las fugas y se mejora la eficiencia global del sistema.

-Menor impacto ambiental: un embalse correctamente diseñado evita la erosión, reduce el uso de aguas subterráneas y puede integrarse armónicamente en el entorno natural.

-Versatilidad constructiva: se adaptan a diferentes capacidades y topografías. En zonas rurales se emplean taludes de tierra compactada, estructuras de hormigón o revestimientos flexibles, según el volumen de almacenamiento requerido.

El mantenimiento preventivo es otro aspecto esencial. La inspección regular de las láminas impermeables, los sistemas de drenaje y los taludes garantiza la durabilidad de la obra y la calidad del agua almacenada. Además, la incorporación de instrumentación de control remoto y sensores de nivel permite un seguimiento en tiempo real del estado del embalse.

Cubiertas flotantes: innovación para proteger el agua y mejorar la eficiencia

Una tendencia en expansión dentro del sector agrícola es el uso de cubiertas flotantes en embalses. Estas estructuras, que pueden ser modulares, textiles o de membrana continua, cumplen una función fundamental: reducir la evaporación y proteger la calidad del agua.

Tipos de cubiertas flotantes

Modulares de polietileno: formadas por flotadores o esferas que cubren la superficie, ofrecen flexibilidad, bajo mantenimiento y resistencia a los rayos UV.

Membranas flotantes continuas: se utilizan en embalses de mayor tamaño; proporcionan un cierre casi total y mayor durabilidad frente a condiciones climáticas extremas.

Cubiertas híbridas o textiles: combinan materiales livianos y estructuras de soporte parcial; son una opción eficiente para climas cálidos y zonas ventosas.

Cubiertas flotantes: Principales beneficios

Ahorro de agua: la evaporación puede reducirse entre 70% y 95%, dependiendo del tipo de cubierta y de las condiciones ambientales.

Protección frente a algas y contaminación: al limitar la radiación solar directa, se restringe el crecimiento de algas y microorganismos, mejorando la calidad del agua para riego.

Mayor durabilidad del embalse: las cubiertas actúan como escudo frente a la radiación UV y la erosión por viento, extendiendo la vida útil de los materiales impermeables.

Eficiencia energética y operativa: en sistemas automatizados de riego, la estabilidad térmica del agua contribuye a un funcionamiento más eficiente de las bombas y tuberías.

Estas soluciones no solo tienen impacto ambiental positivo, sino que también ofrecen beneficios económicos: el menor consumo de agua y la reducción de mantenimiento compensan rápidamente la inversión inicial.

Casos de éxito de cubiertas flotantes

En diversos países con fuerte desarrollo agrícola, como España, Israel y Chile, los embalses con cubiertas flotantes se han convertido en infraestructura habitual dentro de las comunidades de regantes.

Murcia (España): en una región con una de las tasas de evaporación más altas del Mediterráneo, las cooperativas agrícolas han instalado cubiertas modulares que permiten ahorrar más de 2.000 m³ de agua por hectárea al año. De hecho, muchas empresas como IMCUR ofrecen servicios integrales con garantía en el diseño e instalación.

Región del Maule (Chile): proyectos de riego tecnificado incorporan embalses revestidos con geomembranas y cubiertas de alta resistencia, reduciendo la pérdida de agua y aumentando la seguridad frente a contaminación por polvo y fauna.

Argentina: en provincias como Mendoza y San Juan, donde el riego es esencial para la vitivinicultura y fruticultura, varias empresas de ingeniería hidráulica están impulsando la construcción de reservorios con cubiertas flotantes para optimizar el uso del agua de deshielo y garantizar la continuidad de los cultivos.

Estos casos demuestran que la inversión en embalses modernos no solo mejora la eficiencia del regadío, sino que también fortalece la resiliencia hídrica de los sistemas agrícolas frente a las variaciones climáticas.

Sostenibilidad y rentabilidad del regadío

La construcción de embalses agrícolas y la implementación de cubiertas flotantes representan un cambio de paradigma en la gestión del agua para riego. Estas soluciones aportan beneficios técnicos, ambientales y económicos tangibles:

-Reducción drástica de la evaporación y pérdidas.

-Mayor control y calidad del recurso hídrico.

-Prolongación de la vida útil de las infraestructuras hidráulicas.

-Incremento de la eficiencia y rentabilidad de los sistemas de riego.

En definitiva, apostar por estas tecnologías es avanzar hacia una sostenibilidad agrícola real, donde la innovación en ingeniería y materiales se pone al servicio del recurso más valioso: el agua.