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Opinion

¿Quién desactiva la bomba de los alquileres?

11/03/2022 - Por lógica, deberían hacerlo quienes la activaron. Pero quienes sancionaron la Ley de Alquileres, ¿entienden en detalle la realidad del sector?. Por Miguel Di Maggio, director de la inmobiliaria Depa

Así como ocurre con tantos otros temas de la realidad de nuestro país, en la temática de los alquileres existen muchos “opinólogos”. El problema se agrava cuando tienen a su cargo la delicada tarea de legislar. Así ocurrió con la Ley de Alquileres.

En concreto, ¿qué generó? Desde su sanción al día de hoy provocó un aumento de, aproximadamente, un 120% en el valor de los alquileres. Olvidado en el tiempo quedó aquel momento en que los alquileres aumentaban semestralmente (entre un 15 y 18% en la mayoría de los casos). Hoy, de marzo 2021 a marzo 2022 notamos un incrementos del  55%.

Así, el escenario mismo de alquilar una propiedad se complejiza y se transformó en una proeza para los inquilinos. Al día de hoy se exigen mejores garantías (garantía propietaria, sueldo, etc.). Incluso hay empresas dedicadas a otorgar seguros de garantía. ¿Los valores? Por una unidad con un alquiler de 60 mil pesos y 15 mil de expensas, el seguro de garantía tiene un valor de entre 100 y 130 mil pesosque se paga por única vez al principio del contrato.

Desde el punto de vista de las inmobiliarias también se exige con mayor firmeza una garantía propietaria, preferentemente, de CABA o un seguro de Garantía. Sin embargo, esto se dificulta porque la mayoría de la gente no cuenta con eso (sí ofrecen garantías de propiedades del interior del país) o mismo hoy las garantías son muy costosas y “no llegan” con todos los gastos.

Otra complicación está representada en el recibo de sueldo. Al no haber una reforma laboral explícita, hoy la mayoría de quienes buscan una propiedad en alquiler trabajan en negro o perciben un pequeño monto de su sueldo en blanco y gran parte en negro. En lo concreto, y en el mismo escenario de un alquiler de 60 mil pesos y 15 mil de alquiler, las inmobiliarias exigimos un recibo de sueldo, mínimamente, de 150 mil pesos, es decir, que duplique el monto del alquiler.

El mismo escenario se presenta con quienes son monotributistas. En este tipo de régimen de pago de impuestos es complicado saber con precisión cuál es el ingreso real de la persona en cuestión.

Desde el sector inmobiliario notamos cada vez más habitual un escenario con inquilinos sin las espaldas económicas que permitan asegurar al propietario que durante los próximos 36 meses percibirá la renta por su propiedad.

Otra consecuencia de esta realidad es que muchos inquilinos deben resignar locación. Es decir, cambiar un barrio por otro más accesible. Y en ese cambio resigna el colegio de los chicos, la distancia al trabajo y, en muchos casos, seguridad.

Desde el sector inmobiliario reclamamos por una actitud concreta, un plan definido. Evitar el “vamos viendo”, la improvisación, cuando, ante la ausencia de créditos hipotecarios, un alquiler representa el máximo aspiracional de una familia en la Argentina.

En la desactivación de esta bomba deberían intervenir, como señalamos, quienes se encargaron de encender la mecha. Esto incluye tanto al gobierno actual como a la oposición que, impulsada por agrupaciones como Inquilinos Agrupados, se vistieron de cómplices de una situación caótica que afecta a la mayoría de la población argentina.

¿Qué alternativas concretas van a plantear? De hecho, hubo un amague luego de las elecciones de medio término en noviembre del año pasado de encarar el tema y tomar el toro por las astas. Sin embargo quedó en la nada. ¿Cuánto más va a esperar?

En definitiva, se tratará de, en la micro, desactivar la bomba y, en la macro, enderezar el rumbo de la economía. O tomar un rumbo, ya que no se nota que se esté claro hacia adonde se quiere ir.


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