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Preocupación en el sector de la construcción por la fuerte caída en el último año

04/07/2017 - La Asociación de Comerciantes e Industriales en Materiales para la Construcción (ACIMCO) piden que el Estado y la Justicia ayuden para reactivar el sector.

ARGENTINA.- Los principales actores de la industria local de la construcción coinciden: el último año fue cuesta abajo. La inflación, la conflictividad gremial y una recesión creciente en el mercado inmobiliario congelaron desarrollos y desalentaron proyectos. Ahora, las entidades del sector aseguran que lo peor todavía no pasó aunque públicamente, no sin temor, aceptan hablar de crisis. Advierten que las mejoras en algunos indicadores responden al avance de la obra pública, pero que los privados, de no reactivarse la creación de torres, “se verán en dificultades para mantener intactas sus plantillas de personal”.

Según datos oficiales, son 1.155 los permisos de obra otorgado por obras particulares en 2015.

La alusión a los despidos, afirman en ACIMCO (la Asociación de Comerciantes e Industriales en Materiales de Construcción, que asegura dar empleo directo a más de 2.800 familias de nuestra región), es inevitable en tanto y en cuanto “se está construyendo la mitad de los metros cuadrados que a esta altura de 2016, y menos del quince por ciento de los edificios”.

Según datos, son 1.722 los permisos de obra otorgado por obras particulares en 2016.

En este contexto, en las conversaciones entre los protagonistas del negocio asoma un dolor de cabeza recurrente que agrava la crisis: los planteos sindicales. De acuerdo con un informe elaborado por APYMECO, la entidad que nuclea a las pequeñas y medianas empresas constructoras, mientras que en los períodos 2015 y 2016 llegaron a levantarse simultáneamente hasta 600 torres de más de tres pisos, actualmente hay en curso apenas 85, y una de cada cinco se halla paralizada por problemas gremiales; diagnóstico que es rechazado tajantemente por la dirigencia obrera.

607 son los permisos de obra otorgados por obras particulares en lo que va del 2017.

“La Plata siempre expulsó a los inversores externos, y ahora incluso echa a los propios” sintetiza un desarrollador local, con tres edificios en construcción en el microcentro, que prefiere no revelar su identidad: “los que subsisten es porque tienen obras afuera... acá la UOCRA estableció un estado paralelo, y no hay negociación posible; imponen sus reglas, obligan a tomar gente que se adueña de la obra y no sólo no trabaja sino manipula al resto, sabotea... lamentamos que no se actúe de oficio, porque no es sencillo enfrentarlos y mucho menos denunciarlos”.

ESTADO Y JUSTICIA

“Es esencial que el Estado y la Justicia acompañen para reactivar la actividad”, señala el constructor: “lamentamos que no se actúe de oficio, porque es un problema absolutamente central; con un sobrecosto laboral del 30 por ciento para arriba es inviable proyectar. Ante esto, muchos paran sus propias obras, porque a 2.100 dólares el metro cuadrado, la rentabilidad es cero. Y lo peor es que agarrás un edificio en Quilmes, a treinta kilómetros, y ya no está ese problema. Yo ya me descapitalicé, vendí el auto, cuando termine las tres torres que tengo no arranco otra”.

Si bien los indicadores nacionales más recientes muestran indicios de recuperación, en ACIMCO sostienen que aún no se siente con fuerza: “los cálculos del INDEC incluyen tanto la obra privada como la pública; y mientras la primera (básicamente torres de departamentos), que es la que más

demanda de las pymes, no está creciendo, la segunda es la que está repuntando y por su envergadura impulsa los indicadores”.

Los proveedores citan como ejemplo un informe del distrito I del Colegio de Arquitectos, que precisa que en el primer trimestre de 2016 los permisos de construcción otorgados por la Comuna platense llegaron a 300 mil metros cuadrados, mientras que en el mismo período de este año bajaron a 148 mil.

373.868 son los metros cuadrados de obra autorizados por la comuna entre julio-diciembre de 2016.

“La crisis nos toca indirectamente, lo percibimos en los encargos de materiales y en los diálogos con los constructores” señala Alejandro Guanzetti, de ACIMCO: “en La Plata la mayoría de las obras son de emprendedores medianos, y nos cuentan que es muy complicado lidiar con el gremio. Estos conflictos se traducen en una elevación de costos por encima de lo razonable; habría que entender que con un esquema previsible salen todos ganando, y si se caen las obras salen todos perdiendo”.

El dirigente admitió que “se nos está haciendo cada vez más cuesta arriba mantener el personal, porque desde hace rato estamos poniendo más que sacando de los negocios”, y agregó que “el municipio debe seguir avanzando con la agilización de los trámites, algo que ayuda a la actividad; se mejoró pero aún quedan cosas por hacer”.

244.803 son los metros cuadrados por obra autorizados por la comuna entre enero-junio de 2017.

Jorge Del Río, titular de APYMECO, advierte por su parte que “en la ciudad hay proyectos que están parados desde hace más de seis meses; esto hace virtualmente imposible cuantificar inversiones y rendimientos, ya que no se sabe cuánto van a terminar costando ni cuándo los vas a terminar. Muchos de nuestros socios están trabajando en Azul, Pringles, Olavarría, la capital federal, el Gran Buenos Aires... en otros lugares hay una ligera recuperación de la actividad, pero en La Plata no se percibe”.

2800 son las familias que viven directamente de la venta de materiales para la construcción según ACIMCO.

“Las tomas recurrentes de las obras por parte del sindicato hacen que se generen menos puestos de trabajo, porque las empresas ya no quieren venir a arriesgar”, indicó Gustavo Tejada, de una firma con varios emprendimientos en curso y cerca de un centenar de personas trabajando: “desde 2013 todo el que quiera hacer un edificio está obligado a negociar el ‘convenio UOCRA’, en términos que implican, por ejemplo, un 50 por ciento extra de costo laboral por encima del convenio colectivo del rubro”.

Algunas de las “recomendaciones” que se atribuyen al gremio son las de pagar el jornal un 50 por ciento por encima de los convenios vigentes; pagar viáticos especiales; abonar un “premio final” de obra a cada trabajador; y tomar el 70 por ciento del personal de la bolsa de trabajo gremial, “esté mínimamente capacitado o no”.

NUMEROS OFICIALES

En la dirección de Obras Particulares del municipio se recordó que durante los años 2015 y 2016 se emitieron respectivamente 1.155 y 1.722 permisos de obra, para viviendas unifamiliares, multifamiliares y de otros usos. En lo que va de 2017, la cantidad de permisos es de 607.

“De la proyección de estos números se desprende que para fines de este año habrá un total de 1.200 permisos otorgados” destacaron los voceros: “en términos porcentuales, esto implica que de 2015 a 2016 hubo un crecimiento de 112 por ciento, y si se compara el primer semestre de 2016 con su par de 2017, se aprecia un descenso del 36 por ciento”.

Los profesionales de Obras Particulares evalúan que esa disparidad en los porcentajes se explica a partir de la alta incidencia en los guarismos de los permisos de obra para el programa Procrear, que durante el año 2016 llegó al 68 por ciento respecto del total de los certificados emitidos, y en lo que va de 2017 bajó al 30 por ciento.

En materia de superficie, la repartición con sede en 21 entre 49 y 50 no cuenta con datos previos a junio de 2016, “cuando se recomenzó el relevamiento formal de esa información” en la que se está ejecutando “un plan de modernización integral”.

De acuerdo con la Comuna, si bien en los dos últimos semestres la cantidad de metros cuadrados habilitados mostró una tendencia descendente, no fue abrupta: “entre julio y diciembre de 2016 se permitieron 373.868, y entre enero y junio de 2017 otros 244.803, lo que muestra una baja del 24 por ciento”.

Fuente: diario El Día (La Plata)



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