martes 18 de noviembre de 2025

Mercado inmobiliario

El real estate parece reactivarse: Referentes pronostican qué pasará de acá a fin de año

Según especialistas del sector, la combinación de estabilidad macro, baja de tasas y un incipiente regreso del crédito configura un escenario que no se veía hace años.

El mercado inmobiliario comienza a mostrar señales de reencendido después de un largo período marcado por la incertidumbre. La coincidencia entre variables que rara vez se alineaban (descenso de tasas, inflación contenida y mayor estabilidad cambiaria) abrió una nueva lectura entre empresarios y desarrolladores. Lo que queda del 2025, sostienen, podría convertirse en un año bisagra para el mercado inmobiliario si esta tendencia se mantiene.

Según el empresario Sebastián Cantero, CEO de TBSA, después de convivir durante años con un escenario económico volátil, el empresariado percibe un punto de inflexión. Explica que la actividad privada aprendió a moverse con prudencia, ajustando planes en función de una macro inestable que incluía inflación persistente, tasas prohibitivas y una brecha cambiaria que impedía proyectar a mediano plazo.

“Ese cuadro empezó a modificarse. Hoy aparecen señales que hacía años no coincidían como baja de tasas, inflación contenida, estabilidad cambiaria y un consumo que empieza a recuperar ritmo”, remarca. Para él, “no se trata de euforia, sino de reconocer una oportunidad real”.

“Cuando las variables se estabilizan, el capital se anima a moverse”, dice, y pone como ejemplo el regreso del crédito hipotecario, un hecho que considera estratégico en un país que casi dejó de financiar vivienda. “Cada crédito activa una cadena enorme que incluye construcción, servicios, transporte, materiales. Cada ladrillo mueve la economía”, afirma.

“Esa recomposición ya se nota en decisiones que vuelven a concretarse. Hay desarrolladores que otra vez compran tierra, constructoras que planifican obras y bancos que empiezan a diseñar nuevas líneas de financiamiento”, agrega.

Cantero advierte que el proceso no está completo. Habla de sostener el orden fiscal, consolidar la baja de la inflación y garantizar estabilidad institucional. Pero interpreta que la tendencia es consistente y obliga al sector a repensar modelos: compradores más exigentes, demanda de eficiencia energética, nuevos modos de financiación y proyectos más flexibles. Si este clima se mantiene, estima que el año próximo puede convertirse en un punto de giro con impacto directo en inversión, empleo y actividad productiva.

Por su lado, Pablo Barrera, team leader y gerente comercial de Alto Grande Desarrollos y M&M Propiedades, señala que “el mercado está en una fase de reencendido basada en expectativas de estabilidad y plusvalía”

Según su visión, el punto de partida del nuevo impulso estuvo marcado por el reciente resultado electoral, que generó una rápida mejora en las expectativas económicas. La lectura de continuidad en el modelo liberal, combinada con menor incertidumbre política, produjo una reacción inmediata tanto en los mercados financieros como en el real estate. “De acá a fin de año se va a ver más movimiento tanto de consultas como de compra”, vaticina.

Barrera explica que muchos inversores interpretan que los valores actuales están en niveles históricamente bajos y podrían recomponerse en un ciclo de estabilidad. Ese análisis está impulsando movimientos anticipados, sobre todo en unidades de uno y dos ambientes en CABA, que suelen ser las primeras en reaccionar en momentos de reactivación.

Desde la visión de los desarrolladores, Barrera ve un escenario de oportunidad si avanza la desregulación, mejora el acceso al financiamiento y llega capital externo. Aun así, coincide en que el crédito hipotecario será determinante. “Sólo así se amplía la demanda más allá de quienes tienen liquidez”, explica.

Para Mariana Stange, arquitecta, ingeniera civil y titular de Mariana Stange Real Estate, “cuando hay calma en el dólar se aceleran las compras y también las operaciones de alquiler”. “El inversor que había postergado su decisión vuelve a aparecer, busca refugio en activos reales y encuentra oportunidades en proyectos consolidados”, señala.

Stange considera que los desarrollos que combinan eficiencia, bienestar y sustentabilidad serán los primeros en moverse, en especial los que integren espacios de trabajo flexible y consumo energético controlado.

Aun con matices, los especialistas coinciden en que el nuevo envión dependerá de la continuidad de este clima: estabilidad que permita proyectar, crédito que amplíe la demanda y proyectos capaces de responder a un comprador más atento.