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En Neuquén temen un baño de sangre en manos de la UOCRA

05/02/2016 - Desocupados de El Chañar y referentes del sindicato capitalino se enfrentaron en pleno centro. Hay amenazas. 700 obreros sin empleo
NEUQUÉN.- "Que tengamos más muertos es una cuestión de tiempo", reconoció una fuente policial que investiga los constantes enfrentamientos dentro del gremio de la construcción de Neuquén, provincia donde la UOCRA está a un paso de un baño de sangre.

Ayer, un grupo de desocupados de San Patricio del Chañar y otro que responde a la conducción de la UOCRA capitalina se enfrentaron en pleno centro de la ciudad, en horas del mediodía, en el marco de una reunión pactada en la Secretaría de Trabajo.

Los de El Chañar vienen denunciando que la conducción encabezada por Víctor Carcar privilegia gente de otras ciudades en las vacantes laborales que se generan en la zona sin tener en cuenta a los lugareños. Por este motivo, en los últimos días montaron piquetes en varias rutas de la región como forma de protesta.

El enfrentamiento tuvo lugar en la calle Rivadavia, entre Avenida Argentina y Buenos Aires. Cuando los desocupados de El Chañar (cerca de 40) llegaron para el encuentro con funcionarios de Trabajo, se toparon con un grupo de 20 personas que les exhibió armas y, según denunciaron, los amenazó de muerte.

Los desocupados comenzaron a romper baldosas y pedazos de mampostería para arrojársela a los que supuestamente los provocaron.

La Policía, que había dispuesto varios móviles en las inmediaciones, reprimió con balas de goma. Seis personas resultaron heridas. Cuatro fueron demorados.

Al realizar un cacheo a todos los manifestantes, los efectivos no encontraron armas, como habían denunciado los de El Chañar. "Si no hubiésemos estado presentes, podría haber pasado cualquier cosa", reconoció la fuente. Se trata de un gremio que no tiene reparos en saldar cuentas a balazos, aunque el escenario sea el centro de Neuquén, en pleno día y con centenares de personas movilizándose por la zona.

El último enfrentamiento que terminó en tragedia ocurrió el 9 de mayo de 2014, cuando un grupo de desocupados de Centenario fue a la sede de la UOCRA de Neuquén para reclamarle puestos de trabajo a la conducción, sin saber que 15 personas armadas los estaban esperando. El reclamo no alcanzó a concretarse y una lluvia de balas alcanzó a los manifestantes. El que llevó la peor parte fue el líder del grupo, José "Necho" Monsalve, quien recibió 20 plomos. Días después murió en el hospital.

El enfrentamiento que tuvo lugar ayer fue parecido al que ocurrió hace dos años y no pasó a mayores porque estaba la Policía.

Las amenazas en los últimos meses fueron una constante entre los dos grupos. El sábado pasado desconocidos balearon la casa de Francisco Acsama, delegado de El Chañar. Según denunció el dirigente, también lo amenazaron de muerte a él y a su familia. "Dijeron que nos iban a cagar matando", aseguró. Al día siguiente, una bomba molotov explotó en la sede de la UOCRA Neuquén.

Ayer, en los pasillos policiales reinaba la preocupación por la violencia creciente y desmedida que vienen protagonizando los dos sectores sindicales. Aseguraban que no será fácil prevenir a tiempo un nuevo enfrentamiento. Y reconocían que Neuquén, en cualquier momento, será testigo de un nuevo baño de sangre.

Investigan un apriete a un contratista de Shell

La Justicia investiga a dos integrantes de la UOCRA por extorsionar y amenazar con armas a un ingeniero de una empresa contratada por la petrolera Shell, en el yacimiento Sierras Blancas, para que incorporen a 100 integrantes del sindicato. Los hombres fueron detenidos e identificados y les secuestraron armas de guerra que arrojaron cuando los interceptó la Policía.

El episodio ocurrió a principios de este mes cuando un grupo de dirigentes de la UOCRA realizó cortes intermitentes en el ingreso al yacimiento Sierras Blancas, en la picada 21 de San Patricio de El Chañar, donde opera la empresa Ingeniería Sima, contratada por la internacional Shell.

El reclamo de los dirigentes tenía por finalidad que se contratara a trabajadores de su sector. El ingeniero de Sima los recibió y los sindicalistas le entregaron un listado de la gente a incorporar y le dieron un plazo de 72 horas. Cuando volvieron, "los dirigentes sindicales iban visiblemente armados y si bien no las sacaron, fue una forma muy sugestiva de negociar", confió una fuente judicial. De inmediato se dio aviso a la Policía que los interceptó a la salida del yacimiento y a 50 metros de la camioneta en la que iban encontraron dos armas de fuego.

Por este "apriete" hay dos gremialistas de la UOCRA bajo investigación por la denuncia realizada por Ingeniería Sima.

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