lunes 3 de noviembre de 2025

Mercado inmobiliario

El sector inmobiliario nacional se reconfigura tras el nuevo escenario político

El resultado electoral 2025 redefine el tablero del real estate en Argentina. Más gobernadores con peso propio y decisiones descentralizadas en obra pública, crédito y legislaciones locales. Cómo reaccionan Capital Federal, CABA y provincias como Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Mendoza y Neuquén.

El nuevo mapa político argentino tras las elecciones 2025 obliga a mirar el mercado inmobiliario desde una lógica nacional. La fragmentación de fuerzas de los gobernadores alteró el escenario de obra pública, los incentivos fiscales y el despliegue de programas de vivienda, trasladando el centro de gravedad a cada territorio. 

El real estate del país hoy es multinúcleo. No se puede hablar de “un mercado” nacional sino de 22 mercados inmobiliarios distintos que reaccionan en tiempos y formas diferentes, condicionados por la capacidad fiscal provincial, las lineas de crédito disponibles (provinciales + bancarias) y continuidad o recortes en obra pública 

Mercado inmobiliario en Capital Federal y Gran Buenos Aires: el 50% de la película 

Provincia de Buenos Aires + CABA siguen siendo el termómetro. En Capital Federal hay recuperación de escrituras. En Provincia, especialmente conurbano, pesa más el humor financiero y la disponibilidad de crédito: cuando los bancos frenan o encarecen tasas, las operaciones se enfrían en cuestión de semanas. 

Córdoba: estabilidad y oportunidades  

La plaza cordobesa consolidó el alquiler como refugio de valor y se mantiene demanda en barrios periféricos. Es uno de los mercados donde desarrollos chicos / modulares siguen avanzando. 

Según un informe de Mercado Libre y la Universidad de San Andrés, el mercado inmobiliario de Córdoba muestra una dinámica dual entre compraventa y alquiler.  

Mientras los precios de venta en dólares mantienen una tendencia positiva y estable desde mediados de año, los valores de los alquileres exhiben movimientos moderados, con incrementos más marcados en departamentos. A la par, la oferta de unidades en renta se expandió con fuerza desde la eliminación de la ley de alquileres, lo que equilibró parcialmente la relación entre oferta y demanda. 

Santa Fe: Rosario firme 

Rosario mantiene buena demanda en vivienda urbana y comercial, atada alcircuito agroexportador. 

La combinación de precios de venta en leve ascenso, alquileres con incrementos moderados y una oferta locativa en expansión perfila un escenario de mayor dinamismo para el cierre de 2025. 

Si bien el valor del metro cuadrado continúa por debajo de los picos históricos en dólares, el repunte interanual en departamentos y el fuerte retorno de la oferta de alquileres reflejan un cambio de expectativas en el real estate rosarino, que empieza a dejar atrás el estancamiento post pandemia.  

Mendoza y Cuyo: turismo y segunda residencia 

Mendoza capital sostiene valor y predomina la inversión orientada al turismo residencial. Tierra y desarrollos vitivinícolas complementan la demanda. 

Neuquén y Vaca Muerta: el factor energía 

La obra energética y los campamentos petroleros siguen traccionando vivienda, oficinas técnicas y alquiler temporario. Es la plaza con mayor correlación directa entre inversión productiva y demanda inmobiliaria.

Los expertos aseguran que la combinación de recursos energéticos y atractivo turístico mantiene a la región como una plaza atractiva para el mercado inmobiliario y que, para quienes buscan oportunidades, ahora es un momento oportuno para entrar. 

Norte y Patagonia: heterogeneidad pura 

En el NOA/Noreste se mueve el pequeño desarrollo residencial, mientras que en Patagonia el motor cambia según zona: turismo, minería o energía. 

En muchos municipios del Norte de Argentina hay demanda de vivienda por traslado de personas buscando oportunidades en capitales provinciales o ciudades intermedias, lo cual genera presión en el mercado de alquileres y también obliga a nuevas construcciones. 

Al compararse con grandes mercados como AMBA o Córdoba, hay espacio para expansión de loteos, barrios nuevos o desarrollos residenciales más baratos. Esto puede hacer que los márgenes para los desarrolladores sean más atractivos. 

La infraestructura vial, servicios públicos, mejoras urbanas tienden a impulsar sectores residenciales periféricos o nuevos barrios, lo cual abre zonas que antes estaban “apagadas”. 

En muchas localidades del Norte del país, el suelo es más accesible y los costos de entrada menores que en los grandes centros urbanos, lo que alivia parte del riesgo de desarrollar o invertir. 

Según los expertos, el mercado inmobiliario en lo que queda del 2025 y más allá deberá mirar cómo evoluciona el crédito hipotecario, clave para el desenvolvimiento del sector. En cuanto a la obra pública, habrá territorios que continúen proyectos , y otros que congelen, dependiendo de cada gobernador. Ese diferencial será determinante en lotes, viviendas y obras de infraestructura.