Mercado inmobiliario
Comprar, invertir o esperar: Las claves del sector frente a la economía y las elecciones

Los vaivenes del dólar y la proximidad de las elecciones legislativas de octubre ya atraviesan al mercado inmobiliario, que oscila entre la incertidumbre política y el repunte de la actividad tras años de estancamiento. Empresarios del sector coinciden en que, si bien el panorama es volátil, aparecen oportunidades concretas tanto para usuarios finales como para inversores con liquidez.
“El mercado está tensionado por la incertidumbre electoral y la abundancia de pesos en circulación, lo que empuja a la dolarización y mantiene la volatilidad del tipo de cambio, a pesar de las altas tasas de interés”, explica Diego Álvarez Espín, empresario inmobiliario y fundador de MI. Aunque el desembolso reciente de u$s 2.000 millones del FMI aportó algo de calma, la incertidumbre persiste y la cautela domina tanto en la Bolsa como en el mercado de bonos soberanos.
Un semestre de recuperación en operaciones
Más allá de la volatilidad financiera, el mercado inmobiliario comenzó a mostrar signos de recuperación. En el primer semestre de 2025 las escrituras de compraventa de inmuebles crecieron un 35 % interanual, y un 50 % respecto de 2023, con fuerte dinamismo en CABA, provincia de Buenos Aires y Rosario.
“El mercado de inmuebles usados está progresando, con precios estabilizados en torno a los u$s 2.160/m² y un alza interanual del 15 %. La desregulación y el regreso del crédito hipotecario están incentivando esa demanda”, detalla Álvarez Espín.
Desde la visión de Santiago Vitali, CEO de De.de, la proximidad electoral también impacta en los tiempos de decisión de compra: “La gente que accede a crédito hipotecario se apura a cerrar operaciones para evitar que una variación del tipo de cambio ponga en riesgo la compra de su vivienda. En cambio, quienes buscan invertir esperan las elecciones para validar el rumbo económico y ver si las reformas necesarias —como la tributaria y la laboral— pueden llevarse a cabo con el nuevo Congreso”.
Construcción: costos que no ceden
El aumento del dólar tampoco está generando un alivio en los costos de construcción. Por el contrario, los precios en dólares se encarecieron tras la salida del cepo. Según datos de Apymeco, en abril de 2025 se registró un salto del 20 % en dólares, alcanzando cerca de u$s 1.500/m². En términos históricos, el costo de construcción supera hoy en un 60 % el máximo de 2018.
“Más que aliviar, el dólar alto encarece los proyectos”, resume Álvarez Espín. Vitali coincide en que la suba cambiaria no resulta determinante en el corto plazo: “El tipo de cambio se mueve dentro de un esquema de bandas; cuando se llega a los extremos, la política monetaria puede intervenir. No se trata de una baja estructural de costos. La suba que se dio en los últimos días se vio morigerada ante una baja después y puede seguir sucediendo lo mismo”.
Oportunidades y paradojas
Pese a la tensión económica, el mercado todavía presenta nichos atractivos. Para usuarios finales, la combinación de precios en recuperación y la vuelta del crédito hipotecario —cuyo costo se equipara al de un alquiler— abre una ventana de acceso a vivienda.
En construcción, los valores oscilan entre los u$s 1.300/m² en proyectos sencillos y más de u$s 3.000/m² en desarrollos premium.
Los inversores, en tanto, encuentran una paradoja que resalta Vitali: “Aún hay un extraño efecto en donde las viviendas terminadas quedan más baratas que las que están en construcción, lo que no tiene lógica frente al riesgo que implica. Esas son oportunidades que hoy se pueden aprovechar”.
Mirada post-elecciones
Las expectativas están puestas en lo que suceda tras los comicios de octubre. “La clave será consolidar un régimen cambiario e impositivo que favorezca las exportaciones, genere superávit corriente y reduzca la volatilidad”, plantea Álvarez Espín.
En su visión, un gobierno con respaldo legislativo podría ofrecer un entorno más favorable para el desarrollo económico y financiero; de lo contrario, la inestabilidad podría prolongarse.
Vitali coincide en que la previsibilidad será el factor determinante: “El escenario más favorable es uno donde no haya más incertidumbre y se mantenga un esquema de costos en equilibrio. Contar con previsiones en variables como el tipo de cambio no solo aporta confianza a los inversores, sino que permite proyectar costos de construcción y viabilizar nuevos desarrollos”.
El real estate argentino navega un contexto de dólar volátil y elecciones inminentes, con riesgos a la vista pero también con oportunidades claras para quienes cuentan con financiamiento o liquidez. El rumbo político y económico de los próximos meses marcará la profundidad de esa recuperación.