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Solo el 5% de las empresas familiares llega a los 20 años, ¿cuál es la fórmula del éxito?

Las empresas familiares reúnen ventajas que las hacen únicas: la unión y el compromiso de sus integrantes, la confianza interna y externa que se genera con los años, la flexibilidad en el manejo de recursos y la transmisión de saberes que permite la continuidad.
Las empresas familiares son proyectos de vida que pasan de generación en generación, donde se mezclan sueños, valores, historia y vínculos afectivos. Sin embargo, este tipo de empresa enfrenta dos desafíos que no se pueden eludir: el crecimiento y el traspaso generacional.
Es en este punto donde se suele perder el rumbo y fracasar. Ningún sector es ajeno, incluso el ferretero, cuyo negocio centenario logra reinventarse y adaptarse a la coyuntura.
Según el relevamiento periódico que realiza CAME, de cada 100 emprendimientos que surgen, solo 20 sobreviven a los dos años, 10 llegan a los cinco, y apenas el 5% alcanza los veinte años. ¿Por qué ocurre esto? No basta con tener una buena idea o trabajar duro para que un emprendimiento se convierta en una empresa familiar que transcienda generaciones.
El rubro ferretero como enseñanza para gestionar empresas familiares
En las empresas familiares es fundamental aprender a gestionar los lazos familiares y los vínculos del negocio como dos mundos que deben dialogar, pero no mezclarse, para poder construir estructuras sólidas que sobrevivan a las tensiones propias que surgen en el hogar.
“En las empresas familiares existen riesgos que, si no se abordan con inteligencia emocional y planificación, pueden poner en peligro todo lo construido”, indica Sergio Angiulli, presidente de CAFARA, organizadora de ExpoFerretera.
“La rigidez en las formas de liderazgo, los conflictos de autoridad, los roces entre padres-hijos, la falta de planificación en la sucesión, las remuneraciones poco claras, son algunos de los obstáculos que deben enfrentarse con estrategia para pasar de ser una empresa familiar a una familia empresaria”.
A su vez, existen temas que son tabú pero que si no se enfrentan a tiempo pueden generar tensión y llevar a la quiebra. Uno de ellos es la sucesión, que debe contemplar tanto la propiedad como el traspaso del liderazgo, los aspectos legales y la planificación a largo plazo.
Una empresa exitosa no es la que sobrevive por inercia, sino la que se transforma sin perder su esencia.
¿Qué ocurre si un hijo no quiere sumarse a la empresa? ¿Hereda capital o solo propiedad? ¿Cómo se incluye a los familiares políticos? ¿Y las familias ensambladas? ¿Qué rol tienen los sobrinos, los nietos, los nuevos socios? Cada respuesta debe ser consensuada y documentada en las empresas familiares porque lo que no se habla, puede volverse una disputa.
Empresas familiares: Qué hacer para lograr llegar a los 20 años
Crecer como empresa implica incorporar nuevo personal, enfrentar diferencias de opinión, intereses y emociones. “La clave para que se transmita a la segunda generación de manera exitosa se encuentra en la forma en que se abordan los conflictos y cómo se resuelven.
El esfuerzo debe enfocarse en mantener la unión familiar y sus valores, nutrirse de los avances tecnológicos y contemplar a las nuevas generaciones con sus particularidades”, señala Angiulli quien disertará y ampliará este tema en ExpoFerretera. La empatía, la escucha activa, la negociación y el liderazgo son herramientas fundamentales para transformarse sin perder la esencia.
No debemos olvidar que el 80 % de las PyMES son empresas familiares, estas mantienen y fortalecen el tejido productivo del país. En este sentido, incentivar su crecimiento es apostar por una economía con rostro humano, con sus principios y su legado que se construyen día a día.
Es importante entender que ser hijo del dueño no garantiza capacidad directiva, y que el fundador debe saber retirarse a tiempo para que el negocio no muera con él. Porque una empresa exitosa no es la que sobrevive por inercia, sino la que se transforma sin perder su esencia.