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Procrear: Similitudes y diferencias entre los gobiernos de Cristina Kirchner y Mauricio Macri

19/02/2020 - Sabemos que el otorgamiento de vivienda a través de créditos hipotecarios fue un tanto polémica y en la siguiente nota te contamos cómo fueron las políticas de los últimos dos gobiernos

ARGENTINA:  El sitio Chequeado.com hizo una interesante comparación de las versiones del Procrear otorgadas por los gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner y Mauricio Macri

La ministra de Desarrollo Social  y Hábitat, María Eugenia Bielsa, sostuvo que durante el último mandato de CFK se otorgaron 110 mil créditos hipotecarios para construir. Entre 2016 y 2019, solamente 11 mil”  La cifras señaladas por la ministra de Desarrollo Territorial y Hábitat coinciden con los créditos otorgados a individuos para la construcción de viviendas, y los desarrollos urbanísticos impulsados por el Estado.

La periodista Lucía Martínez realizó una interesante nota en la que se detalla que durante la gestión de Cambiemos se otorgaron 32 mil créditos para la compra de viviendas existentes, una opción que no estaba disponible durante el gobierno anterior, y a la que no se refirió la funcionaria.

Especialistas señalan que en la administración anterior hubo un cambio de política, que impulsó el crédito privado, y en ese marco se entregaron alrededor de 100 mil créditos UVA.

En una entrevista con el diario Página 12, la ministra de Desarrollo Territorial y Hábitat, María Eugenia Bielsa, señaló en relación a la construcción de viviendas en el marco del plan Procrear: “Durante el último mandato de Cristina Fernández se otorgaron a través del Procrear 110 mil créditos hipotecarios. Entre 2016 y 2019, solamente 11 mil. Es decir, el 10%”.

¿Qué dicen los datos?

El “Programa Crédito Argentino del Bicentenario para la Vivienda Única Familiar”, conocido como Procrear, fue creado en junio de 2012 con el objetivo de “facilitar el acceso a la vivienda propia de la población y la generación de empleo como políticas de desarrollo económico y social”.

Durante la gestión de Cristina Fernández de Kirchner (Frente para la Victoria) contó con líneas individuales, para la construcción, ampliación, terminación y refacción de viviendas; y líneas de desarrollos urbanísticos, para la construcción de complejos multifamiliares por parte del Estado nacional.

Por su parte, durante el gobierno de Mauricio Macri (Cambiemos), el programa se relanzó e incorporó la compra de viviendas existentes, nuevas o usadas. También se impulsaron microcréditos para la compra de materiales y la instalación intradomiciliaria de bocas de gas.

De acuerdo con datos oficiales que envió la nueva cartera a Chequeado, entre 2012 y 2015 se construyeron 110.751 viviendas entre créditos individuales para la construcción y desarrollos urbanísticos impulsados por el Estado.

Mientras tanto, entre 2016 y 2019, los créditos para la construcción y los desarrollos urbanísticos fueron 11.521. En este mismo período, además, se entregaron 32 mil subsidios para la compra de viviendas, pero al no existir esa opción durante la gestión anterior -como se dijo- no es posible compararlos.



Datos previamente publicados por las distintas gestiones difieren levemente, pero la comparación muestra una diferencia similar entre la construcción de viviendas en el marco del Procrear en las 2 administraciones (ver acá y acá).

Los cambios al programa

Durante la administración de Cambiemos se hicieron una serie de cambios al funcionamiento del Procrear. Además de incluirse el crédito para la compra de una vivienda existente, también se modificó el financiamiento y la asignación del beneficio.

“Reemplazamos el financiamiento del sector que utilizaba los fondos jubilatorios públicos por financiamiento aportado por los bancos públicos y privados, diversificando así los aportes y reduciendo la deuda contraída” con el Fondo de Garantía de Sustentabilidad que administra la ANSES, señala el informe de gestión del organismo entonces liderado por Ivan Kerr.

Con respecto a la asignación de los créditos, el reporte indica que “se creó un sistema de puntaje para la selección de los participantes que prioriza ciertos aspectos de vulnerabilidad de un grupo familiar”. Esta nueva metodología reemplazó al sorteo por Lotería Nacional que utilizaba la gestión anterior.

Para Eduardo Reese, director del área de Derechos Económicos, Sociales y Culturales del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), las diferencias en las cifras destacadas por Bielsa reflejan “un cambio de la política crediticia hipotecaria”.

“Durante el gobierno de Fernández de Kirchner se privilegió el Procrear como mecanismo de crédito hipotecario subsidiado de acceso a la vivienda. Durante el gobierno de Macri, se hicieron cambios en el programa y se redujo sensiblemente su cuantía porque se decidió que el crédito hipotecario pase a ser liderado por los bancos a través de la ley que creó el UVA como método de indexación”, explicó el especialista, quien además señaló que “los préstamos bancarios con UVA fueron cerca de 100 mil en todo el país” (para más información leer acá).

En una misma línea, José Rozados, presidente de la consultora Reporte Inmobiliario, indicó: “Los Procrear de Fernández de Kirchner fueron fondeados por la ANSES íntegramente y otorgados/administrados por el Banco Hipotecario, mientras que los UVA fueron fondeados por los bancos (la mayoría públicos) y sólo en el caso de UVAs con Procrear recibían un porcentaje del valor de la vivienda como subsidio”.

Por su parte, Cintia Barenboim, doctora en Geografía e investigadora del Conicet, explicó a este medio: “Se pueden identificar 2 situaciones, coincidentes con los distintos gobiernos, una más vinculada a un fin social en donde el subsidio estatal es mayor y enfocado en la construcción de vivienda, generando empleo y reactivando la economía; y otras más vinculada a un fin financiero, en la compra de viviendas y reducción de stock de viviendas ociosas”.

En un análisis que hizo sobre la aplicación del plan en la ciudad de Rosario, Barenboim señaló: “En una primera etapa (2012-2015), los créditos fueron realmente accesibles, no había un mínimo de ingreso mientras que fuera comprobable, las tasas eran bajas (menores a la inflación) y se podía destinar hasta el 40% del ingreso neto familiar”.

Como contracara del programa, “su implementación generó procesos especulativos en la creación de suelo urbanizado y en la adquisición de terrenos en general”, describió la investigadora.

“Durante la segunda etapa (2016-2018), se incrementaron notablemente las tasas de interés y se ajustó a la inflación, siendo préstamos que se devuelven con capital indexado según la evolución de los precios del INDEC, reduciendo el grupo de destinatarios de los sectores medios-bajos”, indicó Barenboim.

En relación al foco en la compra de viviendas por sobre la construcción, advirtió: “Si bien esto ayuda a incrementar el porcentaje de viviendas ocupadas dentro de la ciudad, al mismo tiempo oprime el empleo de los estudios independientes enfocándose solo hacia  las grandes desarrolladoras y desacelerando el sector de la construcción”.

En diálogo con Chequeado, Kerr señaló: “Los créditos de la administración de Fernández de Kirchner no eran créditos bancarios, se prestaban a tasa fija negativa, habiendo contraído primero una deuda a tasa pasiva más alta. Obviamente no lo continuamos porque significaba descapitalizar la ANSES”.

En tanto, María Beatriz Rodulfo, titular de la cátedra de Políticas de Viviendas de la maestría en Planificación Urbana y Regional de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y ex funcionaria del Ministerio de Transporte durante la gestión de Guillermo Dietrich, consideró que “la administración de Macri propuso una reforma institucional, con la implementación de varios instrumentos para formalizar el acceso a créditos, pero por distintos factores de la macro y micro economía su propuesta no alcanzó la maduración suficiente para que pueda implementarse completamente”.

Por lo tanto, lo que dijo Bielsa es verdadero porque las cifras señaladas por la funcionaria coinciden con los créditos otorgados a individuos para la construcción de viviendas, y los desarrollos urbanísticos impulsados por el Estado.



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