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Sector Inmobiliario

Enterate cómo reacondicionar tu vivienda para alquilarla o venderla

29/03/2017 - Importante tener en cuenta algunos detalles para que tú casa este perfecta para recibir a un nuevo propietario o inquilino.


ARGENTINA.- Cuando colocas tu casa en el mercado inmobiliario, hay muchos factores que influyen en su cotización, en la captación de interesados, y en el éxito que tengas a la hora de concretar la venta o el alquiler. Para ayudarte a que tengas el mejor resultado posible, te trae hoy una serie de consejos que marcan la diferencia cuando estás preparando tu casa para publicarla o mostrándola a tu futuro inquilino o comprador. Lo más importante siempre comunicarte con transparencia y honestidad para que todo salga de la mejor manera para ambas partes.

 El primer paso: inspección a fondo

¿En qué condiciones está tu propiedad? Lo primero es hacer un relevo del estado del inmueble. Parece obvio este detalle, sin embargo a veces se pasa por alto porque algunos propietarios entienden que “ya conocen la casa” y la describen en base a su memoria, sin apelar a ninguna inspección. Esto puede desencadenar en sorpresas desagradables para los inquilinos y para el propietario mismo.

Importante: Antes de poner la propiedad en venta o alquiler, solucionar todos los inconvenientes encontrados (goteras, humedad, manchas de óxido, estado de los enchufes, aperturas). Si por alguna razón de tiempo o de presupuesto no se puede solucionar todo, informar en tiempo y forma a los futuros inquilinos o compradores de lo que quedó pendiente.

Una casa en perfectas condiciones vale más que una que no lo está, y también es cierto que una casa que tenga algún desperfecto pero con un dueño que informa sobre los mismos, será mucho más respetada que una en la que el propietario pasa por alto esos detalles. La reputación puede marcar la diferencia e inclinar la balanza cuando quienes buscan una casa se encuentran con precios similares.

 Puesta a punto

Arreglar un enchufe o cambiar lámparas quemadas de poco servirá si las ventanas están sucias, una pared tiene la pintura deteriorada o un piso presenta una mancha desagradable. Todo debe estar limpio, bien pintado y en óptima condiciones. Y si el futuro residente debe hacerse cargo de esos arreglos, se debe acordar cómo se absorberá ese gasto de su parte.

 Tipo de color: Pintar las paredes de colores neutros (grises y blancos) resalta la higiene y el brillo de las habitaciones.

 Ejercita tu imaginación: Una forma divertida de pensar cómo hacer para poner a punto nuestra casa antes de lanzarla al mercado es jugar a ser comprador. Siempre ayuda ponerse en el papel del interesado, ver desde su punto de vista las cosas que pueden llamar la atención y que como propietario se te pueden escapar.

Resalta ciertos espacios: Si te interesa destacar algún lugar de la casa, una buena idea es colocar allí una planta, que siempre atrae la atención. Por supuesto, debe estar en buen estado y con buena salud.

 El exterior: La casa debe verse bien por dentro, pero también por fuera. Al llegar, el exterior es lo primero que se ve. Cortar el césped, corregir la pintura, añadir flores o plantas son detalles fundamentales.

Cómo preparar la casa para la venta

Muebles y electrodomésticos

 En el caso de que pienses poner en el mercado una casa amueblada, el aspecto y cuidado de los muebles deben ir en armonía con la casa en sí. Pensá bien qué muebles dejar y cuáles no, en función del tono que querés darle a tu casa y, por supuesto, de cuáles te gustaría preservar (¡después no hay vuelta atrás!). Y por supuesto, los muebles deben estar en buen estado.

 En cuanto a los electrodomésticos el consejo es el mismo: se deben dejar aseados (por fuera y por dentro) y funcionando. A veces representa un gasto injustificado reparar lo que está roto, y resulta más barato comprar electrodomésticos nuevos.

Importante: Una casa con muebles y electrodomésticos vale más que una sin ellos. Pero si no están en condiciones su valor disminuye, sobre todo si deben sufrir reparaciones o un mantenimiento recurrente. En cualquier caso, lo más aconsejable es siempre informar al inquilino de las condiciones en las que están las cosas en el interior de la casa, para evitar malos entendidos en el futuro.

Y si vivís en la casa que estás publicando…

Si estás mostrando la casa en la que vivís, un detalle muy importante a tener en cuenta son los olores. La casa también entra por el olfato: no cocines frituras y ventila bien todos los ambientes el día pactado para la visita. Por supuesto, nada de ropa sobre los muebles o zapatos aquí o allá. Si hay muebles como el sofá o algún sillón que está muy deteriorado, sirve cubrirlos con alguna manta o funda. Y en lo posible limpiar de objetos personales los espacios -fotos familiares, cuadros, dibujos o fotos en la heladera, y también afeitadoras, cepillos, secadores-.

Cada habitación debe tener un uso: En la serie Mad Men, Donald Draper ponía en alquiler su casa sin muebles y alegaba que era mejor estimular la imaginación. Su agente de ventas opinaba lo contrario, y es que en general es mejor que todos los espacios tengan un uso bien definido, porque la gente necesita ver cómo se vive en la casa, no imaginarlo. Si en tu casa hay alguna habitación que se usa ocasionalmente y con diversos propósitos, dale una finalidad. Cada lugar de la casa debe cumplir un objetivo: que quede claro que esa habitación se usa como recreación, o como lugar de estudio o trabajo. Para eso, presta atención al mobiliario y quita lo que confunda la claridad de su objetivo.

Luz y espacio: Muestra la casa bien iluminada. Acuerda horarios diurnos, deja que la luz entre por las ventanas y lo llene todo. Y colocá los muebles de tal forma que se pueda transitar por la casa en un recorrido fluido, libre de obstáculos. Eso dará más sensación de amplitud, sobre todo en apartamentos de tamaño más reducido.

Crear un clima de confianza

Es crucial alentar al futuro inquilino o comprador a que pregunte lo que quiera cuantas veces lo crea necesario. Como propietario podes estar seguro de que brindas un excelente producto inmobiliario, pero a veces se te puede pasar una respuesta clave a una pregunta que nunca se te ocurrió. Por eso es importante crear un clima de confianza para que quienes estén interesados en tu casa sientan la libertad de evacuar por completo cualquier duda que tengan. A veces lo que no es importante para nosotros lo es para otros, y no mencionar ciertos detalles pueden inclinar la balanza desfavorablemente.

Establecer las normas de convivencia

Todo lo referente a las mascotas (si se permiten o no, de qué tamaño, de qué tipo), también lo que tiene que ver con las futuras modificaciones (¿están permitidas? ¿de qué tipo? ¿qué tan grandes o qué tan pequeñas pueden ser?), son aspectos que deben quedar claros desde el principio entre las partes vinculadas. Esto incluye, en caso de edificios, cooperativas o barrios privados, poner al tanto de los futuros inquilinos o propietarios sobre los estatutos internos (detalles como el uso de zonas comunes, gastos, los horarios en los que no se pueden hacer ruidos).

La importancia del contrato

Establecer un contrato va más allá de la exigencia legal. Este documento debe ser usado como una herramienta más para que todas las partes involucradas estén no solo satisfechas sino también seguras de que se ha cerrado un buen trato. Un contrato es un respaldo tanto para inquilinos como para arrendatarios, que sirve para tener las cosas claras desde el comienzo del intercambio.

Importante: Como propietario debes alentar a que el contrato sea leído por completo y en su totalidad; eso demuestra seguridad y abre las puertas de la confianza. Una forma de hacerlo es destinar una entrevista con los interesados para tal fin, o disponer de un tiempo específico para ello dentro del marco de la visita a la casa que hagan los futuros inquilinos.

¿Particular o por inmobiliaria?

Los particulares pueden publicar su propiedad y acceder a un enorme número de potenciales interesados gracias al poder de la tecnología. Pero si no quieren encargarse en soledad de todas las tareas que conlleves alquiler o vender una casa, es recomendable recurrir a una inmobiliaria, que ahorra tiempo en detalles, es un buen respaldo asesor y hace que el papeleo sea más fluido. Lo importante es elegir una inmobiliaria de confianza y acordar con ella todos los puntos que se consideren necesarios.

Ahora sí, ya está todo listo para que pongas tu casa en el mercado.



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