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“Las medidas tomadas por Kicillof son verdaderos manotazos de ahogado”
ARGENTINA.- Tras las últimas medidas
tomadas por el Banco Central, la divisa paralela se ubica cerca de los $16.
Ante las expectativas devaluatorias, algunos prefieren esperar para invertir en
una propiedad; otros, ni siquiera sueñan con la casa propia y se resignan a
alquilar, aunque con valores más altos.
En días en que la palabra “balotaje” satura
los titulares y diálogos cotidianos, el dólar blue se prepara para volver a
votar. Porque llegó a un techo de $16. La
suba (cinco centavos respecto del último cierre) se dio luego de que el
gobierno decidiera reducir a la mitad el cupo autorizado a los importadores
para comprar dólares y acotara las divisas para el turismo.
Las medidas tomadas por el tándem K que
conforman el Ministro de Economía, Axel Kicillof, y el presidente del Banco
Central, Alejandro Vanoli, aparecen como verdaderos “manotazos de ahogado” para
defender las pocas divisas de que dispone la Argentina. Como
contrapartida, el kirchnerismo ensayó un aumento del 3% en las tasas de interés
de los plazos fijos, intentando estimular el ahorro en pesos.
Pero, como argumentan los economistas,
“medidas de este tipo sólo agravan la recesión, porque invitan a la gente a
ahorrar, en lugar de dinamizar la economía; además, aumentan las tasas de los
créditos, limitando aún más las posibilidades de acceder a la casa propia”.
La especulación afecta negativamente al
mercado inmobiliario. “Los saltos en el dólar generan confusión y desaliento,
alteran permanentemente el rubro inmobiliario y no permiten que la gente tome
decisiones ni planifique”, le dijo el presidente de la Cámara Inmobiliaria
de la Provincia
de Buenos Aires (CIBA), Marcelo Babenco.
“Estamos muy mal”, aseguro Eduardo Reyes, miembro
de la Cámara
Inmobiliaria Argentina. “Cualquier movimiento financiero-económico
juega en contra del sector inmobiliario. No ayudan en nada los movimientos del
dólar ni la posible devaluación, porque la gente que quiere una vivienda no
tiene créditos y el que tiene los dólares para comprarla, especula y espera”.
El directivo agregnó que hace más de tres años que el mercado está parado, “con un cepo que no nos deja trabajar”. “La construcción está en una situación muy delicada, el mercado no reponde a las construcciones que se hacen, no se vende. Así que, hablando en criollo, estamos muy mal”, sentenció.