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Obras y Proyectos

Construcciones pensando en el bolsillo pero también en la calidad de vida

08/07/2017 - Cada vez más las personas optan por construcciones que le permitan vivir pero que también sean saludables y menos nocivas para el planeta.

ARGENTINA.- Toda construcción debería priorizar la calidad de vida y salud de los usuarios que la habitan. Ese objetivo se relaciona con otro concepto igualmente importante, el ahorro de energía. Ambos aspectos tienen directa relación con la metodología que se elige para construir y de las aislaciones, que son el pilar fundamental para lograr estos objetivos.

Uno de los sistemas que reúne estas condiciones es el Steel Framing, compuesto por perfiles normalizados de acero galvanizado livianos conformados en frío y un sistema multicapas de materiales que otorgan diferentes propiedades de aislamiento (al agua y al viento, al calor y al ruido). “Este concepto de multicapas da como resultado una prestación distintiva y su adecuado funcionamiento dependerá de los materiales elegidos y de la correcta ubicación de las capas”, explica el arquitecto Alejandro J. Viegas, director de la firma Acero Perfil.

El Steel Framing permite cumplir con las reglamentaciones de eficiencia energética vigentes con menos de la mitad de espesor de una pared de obra húmeda de igual prestación. “Para igualar las características térmicas de un muro de Steel Framing se necesita una pared de mampostería de un metro de ancho”, aporta Eugenio Mamarián, asesor capacitador y constructor especializado en Steel Framing.

Las disposiciones referentes al acondicionamiento térmico en la construcción de edificios de la provincia de Buenos Aires, de Rosario y de CABA, tienen estrecha relación con las Normas IRAM que permiten definir las soluciones constructivas dependiendo de la zona de emplazamiento del proyecto y verificar los distintos comportamientos de resistencia térmica, ahorro energético y riesgos de condensación.

 “Para igualar las características térmicas de un muro de Steel Framing se necesita una pared de mampostería de un metro de ancho”, aporta Eugenio Mamarián, asesor capacitador y constructor especializado en Steel Framing.

“Cada material tiene un coeficiente de conductividad térmica. Aplicando la metodología de cálculo indicada en la Norma IRAM 11.601 se obtiene el coeficiente de transmitancia térmica “K” y su opuesto es el coeficiente de resistencia térmica “R” que permite comparar las prestaciones de los cerramientos según sus componentes”, señala Viegas. La capacidad de resistir el paso de temperatura será mayor cuanto más alto sea el valor “R”.

“Claramente la construcción en seco está dentro del rango de mayor eficiencia porque fue concebido con ese objetivo, mientras la obra húmeda se encuentra entre los sistemas menos eficientes”, destacan los especialistas. Por ejemplo, el K máximo admisible para un muro es 0,65 W/m2°K donde en un esquema de obra húmeda (ladrillo hueco de 18 cm y revoques con un espesor total de 22 cm) el valor K obtenido es de 1,62 W/m2°K, mientras que con un esquema de muro en Steel Framing (placa yeso, barrera vapor, lana de vidrio, placa de OSB, barrera agua y viento, aislante EPS y placa cementicia con un espesor total de 15,3 cm) el valor K es de 0,37 W/m2°K.

Lo mismo vale para una cubierta, cuyo valor K máximo admisible es 0,56 W/m2°K según las normas IRAM. El esquema de cubierta plana de obra húmeda (26,5 cm) el valor K obtenido es de 1,58 W/m2°K; mientras que con un esquema en Steel Framing, el valor K es de 0,32 W/m2°K.

Al llevar estos conceptos a un proyecto de 100 m2 en una zona bioclimática IV como Bariloche, se puede estimar concretamente el rendimiento de los sistemas. “Si comparamos las construcciones en Steel Framing con aberturas con DVH versus mampostería y losa aislada en obra húmeda tradicional, el ahorro energético ronda los 31.500 Kwh/año que equivale a un 51 % del consumo”, explica Viegas.

En el sistema Steel Framing, la utilización eficiente de los recursos también comprende a la mano de obra. Los tiempos de “la obra seca” se reducen a un tercio respecto de una construcción húmeda tradicional. “Es posible construir llave en mano una vivienda unifamiliar de entre 100 y 200 m2 en 90 días”, afirma Mamarián. A ese lapso se le deben sumar 15 días para realizar la fundación y el movimiento de suelo. En tanto, la incidencia de costos de la mano de obra en Steel framing está por debajo del 40%, mientras que en la obra húmeda alcanza casi el 50%.

Al momento de calcular los materiales para una obra en seco es notable la reducción del margen de desperdicio que, según estima Mamarián, ronda en un 20% para la construcción húmeda y un 5% en la obra en seco. ¿Por qué esta diferencia? “Una placa de yeso estándar de 1,20m de ancho por 2,40m de largo cubre 2,88 m2 y lleva 40 tornillos. Esto tiene un margen mínimo de error y no hay forma de cambiarlo”, fundamenta el especialista.

En el sentido social de la sustentabilidad, la generación de oportunidades laborales es otro valor a destacar del sistema. “Hace más de dos décadas que se desarrollan actividades de capacitación profesional y de mano de obra. En los últimos 10 años participaron más de 15.000 personas”, comenta Viegas. Capacitar al operario para que pueda interpretar planos, armar paneles y montarlos en obra insume cuatro jornadas de ocho horas.

Por otro lado, la huella de carbono de una pared de Steel Framing es en promedio un 25% menor que la misma realizada en obra húmeda tradicional. La estructura de perfiles de acero galvanizado utilizada en el Steel framing son 100% reciclables y dentro de los componentes del sistema es el que genera mayor CO2-eq (14 kg), mientras que el ladrillo cerámico genera 24 kg CO2-eq y el cemento y cal 36 kg CO2-eq.

Fuente: Clarín Arq. 



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