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La construcción es el sector en el que la mujer cobra casi igual que los hombres

08/03/2018 - Según los datos oficiales, la brecha salarial con los hombres ronda el 30% y las mujeres sólo acceden a 3 de cada 10 puestos jerárquicos.

ARGENTINA.-  Cada 8 de marzo suelen renovarse reclamos que son banderas en la lucha feminista por la igualdad de género. Una de las principales demandas es que haya políticas de Estado que tiendan a la reducción de la brecha salarial entre varones y mujeres y que perfore ese techo de cristal que limita el acceso a puestos jerárquicos. Este tema volvió a entrar con fuerza en la agenda hace algunos días cuando el presidente Mauricio Macri dijo en la apertura de sesiones del Congreso que " no es justo, en un mundo de iguales", que existan estas disparidades salariales.

El Presidente le puso números a esa brecha: habló del 30% y lo hizo en base a los datos del informe "Evolución de la distribución del ingreso" del Indec correspondiente al último trimestre de 2017, que refleja que si bien la población urbana con ingresos está repartida en forma similar entre hombres y mujeres, los hombres perciben $16.773 mensuales, mientras que las mujeres cobran $12.366. Esta brecha se achica si se tiene en cuenta sólo el trabajo formal: de acuerdo a un informe de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT), en este caso la diferencia es del 20%. El relevamiento del Indec también precisa que los varones participan del 57,3% del total de los ingresos y las mujeres del 42,7%, y que si se toma una escala de ingresos, el 60 por ciento de las mujeres se encuentra de la mitad de tabla para abajo.

Cada 8 de marzo suelen renovarse reclamos que son banderas en la lucha feminista por la igualdad de género. Una de las principales demandas es que haya políticas de Estado que tiendan a la reducción de la brecha salarial entre varones y mujeres y que perfore ese techo de cristal que limita el acceso a puestos jerárquicos. Este tema volvió a entrar con fuerza en la agenda hace algunos días cuando el presidente Mauricio Macri dijo en la apertura de sesiones del Congreso que " no es justo, en un mundo de iguales", que existan estas disparidades salariales.

El Presidente le puso números a esa brecha: habló del 30% y lo hizo en base a los datos del informe "Evolución de la distribución del ingreso" del Indec correspondiente al último trimestre de 2017, que refleja que si bien la población urbana con ingresos está repartida en forma similar entre hombres y mujeres, los hombres perciben $16.773 mensuales, mientras que las mujeres cobran $12.366. Esta brecha se achica si se tiene en cuenta sólo el trabajo formal: de acuerdo a un informe de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT), en este caso la diferencia es del 20%. El relevamiento del Indec también precisa que los varones participan del 57,3% del total de los ingresos y las mujeres del 42,7%, y que si se toma una escala de ingresos, el 60 por ciento de las mujeres se encuentra de la mitad de tabla para abajo.

De acuerdo a un estudio difundido recientemente por el Centro de Economía Política de Argentina (CEPA), la desigualdad se refleja también en la dispar distribución entre trabajo productivo y reproductivo: ellas dedican casi cuatro horas diarias más a las tareas domésticas asociadas al mantenimiento del hogar, como la limpieza o el cuidado de los hijos, que los hombres. Según la

"Encuesta sobre trabajo no remunerado y uso del tiempo" del Indec, las mujeres destinan 5,7 horas diarias al trabajo reproductivo y los varones, apenas 2.

Para el CEPA, entre las principales causas de la desigualdad salarial, justamente, se encuentra la inequitativa distribución del trabajo remunerado y no remunerado, lo que se manifiesta en la tasa de actividad masculina de 69,8% y femenina, de 47,9%. En este sentido, la economista Magalí Brosio advierte que la "asimétrica repartición de las tareas de cuidado no remuneradas en el hogar limita significativamente el tiempo del que disponen las mujeres para otras actividades, entre las cuales se incluyen aquellas de esparcimiento, de formación y también de empleo remunerado".

Romper con el techo

Este último estudio pone de manifiesto que otra de las causas de la desigualdad de género en los ingresos es la mayor inserción de las mujeres en la informalidad laboral: el 36% de las mujeres trabaja de manera informal, en cambio entre los varones ese porcentaje desciende a 31%. Otro elemento central en la desigualdad salarial es que las mujeres están fuertemente asociadas a trabajos vinculados al servicio doméstico, la sanidad y la docencia, que tienen peores remuneraciones que otras profesiones con similares características en términos de formación profesional y experiencia laboral.

La brecha se revierte en la Construcción, ya que en ese sector las mujeres suelen ocupar cargos administrativos o de ventas, que son mejor remunerados.

"Esta división no es casual sino que está asociada a una naturalización histórica de las capacidades de las mujeres para cuidar, lo cual las encasilla en esos roles a la vez que las descalifica en tanto aquello que se considera natural no es una habilidad que deba ser compensada económicamente", explica Brosio.

Si se tiene en cuenta la brecha salarial por sector, los últimos datos de la SRT muestran que la minería es el sector con mayor disparidad salarial (29,6%) y lo siguen el de Suministro de Electricidad (25,6%); Comercio (23,6%); Servicios sociales (20,3%); Transporte (19,9%); Servicios financieros (13,4%) y Agricultura (1,4%). La brecha se revierte en la Construcción, ya que en ese sector las mujeres suelen ocupar cargos administrativos o de ventas, que son mejor remunerados. En el periodismo, datos difundidos por el gremio Sipreba en las últimas horas, indican que el 58% de los trabajadores de prensa reconoce que existe una brecha salarial entre hombres y mujeres, que se refleja principalmente en los cargos jerárquicos.

Un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), de 2015, señala que sólo 3 de cada 10 puestos directivos son ocupados por mujeres. En un ranking conformado por 108 países, Argentina ocupa el puesto 56, con el 31% de mujeres sobre el total de directores de empresas. En la región, Colombia es el país con mayor paridad (53,1%) y lo siguen Uruguay (43,9%), Brasil (37,3%) y Bolivia (35,1%).

"La desigualdad laboral es una forma de violencia de género. La mayoría de las mujeres participa de un sistema social y económico que no les permite tener las mismas oportunidades ni condiciones que sus pares varones, dejándolas en una situación de mayor vulnerabilidad", concluye Brosio.





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