ESPAÑA.- El negocio inmobiliario resucita de sus cenizas y con ello la actividad del mercado. En dos años de gestión, la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) ha vendido unos 24.000 activos inmobiliarios, algo impensado cuando se creó el banco malo. Las ganas por invertir de los fondos extranjeros en España ha devuelto la ilusión al sector. Ya no se habla de crisis sino de recuperación en todo aspecto en el real estate español.
Los datos presentados por el presidente de la Sareb, Jaime Echegoyen, demuestran que, pese a las pérdidas registradas en 2014 por 585 millones de euros, tras provisionar 719 millones,, la actividad por el negocio inmobiliario ha recuperado fuerza y la incipiente mejora del sector sigue en alza. La cartera de activos inmobiliarios se situó al cierre de 2014 en 33.174 millones de euros, lo que supone un 12,1% menos que en 2013. Sareb ha vendido en torno a 24.000 activos inmobiliarios en dos años de gestión. Todo ello ha permitido unos ingresos de 9.000 millones, la cancelación de deuda de 5.700 millones y el pago de 2.400 millones en intereses.
La gestión minorista de la cartera inmobiliaria supuso unos ingresos de 871 millones, después de vender 15.298 inmuebles, además de 500 suelos, algo que no se había producido hasta ahora. Con ello, la Sareb se ha convertido en el principal operador de suelo de España.
Los fondos extranjeros están actuando de elemento dinamizador del mercado. El dinero que está entrando -una parte es para especular pero otra es para quedarse-, ante las expectativas de que la economía española crecerá por encima del resto de países de la eurozona. Junto con la rescatada Irlanda, España se está convirtiendo en el país donde más dinero está entrando para invertir en inmuebles. El fondo norteamericano Pimco acaba de comprar 240 millones en préstamos promotores del Banco Sabadell, la primera operación que realiza en el negocio del ladrillo español.
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